TÍTULO: «LA MEMORIA DE LOS MUERTOS» AUTOR: PAZ
LA MEMORIA DE LOS MUERTOS
Me llamo Rivka y tengo 78 años que no he vivido. Sólo pude cumplir ocho.
Resultó que aquella señora tenía razón, que no estábamos en Eleste sino en Treblinka.
Allí, ni siquiera había barracones para alojarnos, pues los que llegábamos al campo éramos asesinados directamente. La esperanza de vida era de hora y media.
Después de quitarnos la ropa los hombres del pan nos ordenaron a gritos entrar en las duchas. La puerta era muy pequeña y teníamos que agacharnos para entrar. Aquello estaba lleno de gente y, no sé, a mí no me parecieron unas duchas pero quería portarme bien, se lo había prometido a mameh. La puerta se cerró con gran estrépito y a los pocos segundos un ruido, como de motor, comenzó a sonar atronador. El calor era insoportable y todas gritábamos porque no podíamos respirar. Acerqué mi cara al cuerpo de mameh. Quise abrazarla pero estábamos tan apretadas que no pude moverme. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y aún tuvo fuerzas para sonreírme. En sus labios pude leer “Te quiero, Rivka”.
Quise llevarla conmigo allá, al lugar a dónde iba.
Yo abandoné mi cuerpo sin saber muy bien cómo. Supongo que mi alma, demasiado joven, se resistió a morir. Me elevé al cielo entre un humo negro maloliente de cuyo hedor jamás he podido desprenderme.
Traté de encontrar a tateh y a los chicos entre las ruinas de mi pueblo aniquilado pero fue inútil, ni rastro de ellos. Vagué sin rumbo por lugares que ya no eran conocidos. Muerta en vida y vida muerta en torno a mí. Quise ser el angelito blanco que guarda el sueño de los niños, mameh, pero me convertí en un espectro negro y feo en busca de justicia.
Desde entonces soy esa música que te eriza la piel y te llena los ojos de lágrimas sin que sepas bien porqué. Soy la comida que se atraganta en tu boca cuando escuchas las noticias, la ráfaga helada que interrumpe tu sueño. Soy el miedo, la ausencia, el negro vacío donde no llega la luz. Soy el pulso acelerado que desboca tu corazón. Soy y he sido la memoria de los muertos.
Hasta que te encontré a ti. Tú pusiste mi historia en la pluma de Yoel y ahora todos la conocen. ¿Podrán ahora volar mis sueños de niña? ¿Podrá volver la primavera al invierno de mi vida? ¿Podrá librarse mi alma del frío sudor gris que la empapa?
Por primera vez en mucho tiempo me siento cansada. He de buscar un rinconcito tranquilo donde acurrucarme. Terminaré de pintar mi foca azul, con su preciosa pelota de colores en el hocico, me abrazaré a Elsa y le cantaré una vieja canción de cuna polaca hasta que se duerma.
AUTOR: PAZ
Rivka me enamoró desde el primer instante. Y ésta me parece una triste, pero preciosa despedida para ella.
Gracias Paz
Preciosa y desgarradora… corta pero emotiva!
Gracias Paz.